‘Buenos días
princesa, he soñado toda la noche contigo, íbamos al cine, y tu llevabas aquel
vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en ti, princesa, pienso siempre en
ti, y ahora….’
-¡Lucas
apaga eso! –grita su madre desde el pasillo.
Lucas se
levanta de la cama. Las siete. Aun le queda tiempo para darse una ducha. Abre
el armario. Saca unos vaqueros negros gastados y una camiseta negra con
dibujos. Cierra el armario. Abre uno de los cajones que hay debajo. Saca unos
calcetines, un bóxer de Calvin Klein y vuelve a cerrar el cajón. Sale de la
habitación con la ropa en la mano. En ropa interior. Con su torso al
descubierto. Se dirige al baño cuando de repente oye un ruido.
-¡Tía, tu
hermano como está! –dice una voz desde el otro lado del pasillo.
El chico
ríe. Su hermana y su amiga. ¿Cómo se llamaba? Esto Laura, Lydia, um….Lucía. Sí,
eso. Lucía. Vaya par de enanas. ¡Y pensar que tendrá que aguantarlas este curso
en el instituto! Lucía se habrá quedado a dormir en su casa….Como ayer ni
siquiera fue a cenar. Continúa su camino hacia el baño. Abre la puerta y pone
el pestillo. ‘Por si las moscas’ piensa sonriendo pícaramente. Se mira al
espejo. Su pelo ha crecido desde principios de verano. Le queda bien largo.
Abre el grifo y se lava la cara. Se desnuda y abre el grifo de la ducha. Se
mete en la ducha. Cierra la cortina y deja el agua caliente atravesar su pelo
negro y caer lentamente por su espalda. Unos minutos después sale de la ducha,
se seca y se viste. Una vez vestido vuelve a mirarse al espejo y seca su pelo
negro con la toalla. Guiña un ojo al espejo, sonríe y sale del cuarto de baño. Hoy
será un buen día. ‘Kiss You’ suena desde la habitación de su hermana pequeña.
Tiene la música tan alta que retumba en toda la casa. Las dos chicas intentan
imitar al grupo británico cantando en un inglés inventado. Lucas se acerca a la
puerta de la habitación de su hermana.
-No sabía
que bailarais también –dice el chico riendo apoyado en el marco de la puerta.
-Belén, ¿por
qué no me avisaste de que tu hermano estaba mirándonos? –pregunta Lucía algo
ruborizada.
-No lo sabía
–contesta la chica riendo.
-Venga, vamos
a desayunar anda, que mamá se va a enfadar –dice el chico mirando a su hermana
–y tú también que ya verás cómo se entere tu madre de que andas descalza por
casa, anda cálzate –añade mirando a Lucía.
-Sí, papa
dos –contesta Belén sacando la lengua a su hermano.
-Yo que
vosotras empezaba a correr hacia la cocina.
Lucía se
calza rápidamente y echa a correr junto a Belén hacia la cocina. Lucas ríe
moviendo la cabeza de un lado a otro. Cierra la puerta de la habitación y
camina hacia la cocina. Tiene que desayunar, ayer no cenó y tiene el estómago
vacío. Si va a clase con el estómago vacío lo más posible es que se desmaye.
Además, debe ir con energía el primer día. Miles de pensamientos rondan por su
cabeza mientras desayuna, las dos chicas debaten que miembro de ‘One Direction’
es más guapo.
-Louis
Tomlinson es el más guapo –dice Lucía.
-Que va,
Liam Payne está mucho más bueno, yo le haría padre –contesta Belén.
Lucas al oír
lo que acaba de decir su hermana delante de su madre, escupe el sorbo de café
que acababa de tomar y comienza a reírse. ¿De verdad su hermana acaba de decir
eso?
-Hija por
favor, ni se te ocurra decir eso en clase –añade su madre también riéndose.
-Rosa, su
hija tiene cada cosa… -contesta la otra chica riendo.
-Cállate –replica
la chica ofendida a su amiga.
Ha sido una
buena manera de empezar el día. Reírse de las tonterías de su hermana es algo
que alegra el día a cualquiera. Hacía tiempo que no soltaba una así. Suerte que
su padre no estaba en casa. El chico da un último sorbo a su café, coloca la
taza en el fregadero y vuelve a sonreír a su madre, esta vez con los labios
manchados. Rosa le devuelve la sonrisa y le señala los labios para que se
limpie. El chico se limpia y va al cuarto de baño a peinarse y lavarse la cara.
Habrá que ir algo presentable el primer día ¿no?
∞
Habitación
verde claro. Marta se mira al espejo. Aún tiene cara de dormida. Se acaba de
despertar. Va al baño. Se lava y se dirige a la cocina. Su padre está sentado
en una de las sillas de la cocina tomando un café y leyendo el periódico. Tiene
un traje puesto. Listo para ir a trabajar.
-¡Buenos
días, papá!
-¡Buenos
días, pequeña! –contesta el hombre sirviéndole una taza de café con leche.
Marta se
acerca a su padre. Le da un beso en la mejilla y se sienta a su lado. Coge una
cuchara y se sirve azúcar en la taza de café. Una. Dos. Y…tres. Como siempre.
-Mamá ya ha
ido a trabajar ¿no?
-Sí, hija.
Hoy te llevare yo al instituto. Porque es tu primer día ¿vale?
La chica
asiente. El hombre pasa un par de páginas del periódico y Marta da un par de
sorbos al café.
-Vale papá,
voy a vestirme –dice tomando el último trago de su café.
Marta se
levanta. Sale de la cocina y camina hasta su cuarto. Cierra la puerta y abre el
armario. Se decide por una camiseta de tirantes negra, unos pantalones cortos
blancos y una camisa vaquera. Se pone unas Converse a juego con la camisa. Se
acerca al espejo, al lado de la puerta de su habitación. Se peina, se maquilla
un poco y coge la mochila. Las ocho. En media hora entra en clase. Tiene que
darse prisa. Su padre la espera en la puerta de casa.
-¿No vas un
poco desabrigada, hija?
-No papá,
estoy bien, no tengo frío. Vamos. Que llegaré tarde.
∞
Olor a café.
Aida coge una tortita del plato de su hermano. Dani aún no ha bajado de su
cuarto. Se está preparando para ir a clase.
-Aida, no le
robes las tortitas a tu hermano.
-Vale, mamá
–dice dándole el último bocado a la tortita recién robada.
Da un sorbo
al café. Su hermano entra en la cocina y tira la mochila en el suelo al lado de
la puerta. Viste unos vaqueros, una camiseta blanca y una camisa de cuadros por
encima. Aida se atraganta al verlo y casi escupe el café.
-Dani, vamos
al instituto, no a un pase de modelos –dice riendo.
Un olor
llega a las narices de ambas. Colonia.
-Hijo,
¿Cuánta colonia te has echado? –pregunta su madre.
-Poca –afirma
el joven sonriendo.
-Sí, poca es
medio bote ¿no? –contesta su hermana riendo.
-Venga Aida,
deja de reírte de tu hermano y daos prisa que no vais a llegar a tiempo-
advierte María.
-Sí, mamá –contestan
ambos a la vez.
Dani da un
bocado a la única tortita que le ha dejado su hermana. Se toma el café, ya
medio frío y recoge su mochila del suelo. Aida sube a su habitación. Coge su
móvil y le manda un mensaje a su mejor amiga. ‘Que nervios’ teclea. Enviar.
Dani abre la puerta de casa. Aida baja las escaleras y salen juntos. Recorren
una calle recta. Cruzan un paso de peatones. Giran a mano derecha. A mano
izquierda. Una recta final…y llegan al instituto. Entran al recinto. Bip Bip.
Un mensaje llega al móvil de Aida. Es de Sandra. Lo lee. Fija la mirada en el
móvil sin importarle lo de alrededor. No se da cuenta de que un coche pasa
justo a su lado y casi la atropella. La chica asustada se echa hacia atrás y
cae al suelo. Una vez más se libra por los pelos…
-Joder Aida,
cuantas veces te he dicho que no camines mirando al móvil ¿Estás bien?
ME ENCANTA SUBE MAS PLISS
ResponderEliminarXOXO.NALU.
Acabo de subir el siguiente :3 Espero que te guste y tuitea tu opinion si quieres con #TeNecesitoAMiLado (:
EliminarI love it, I love it, I love it! me está encantando Sara, adoro tu forma de escribir, en serio, me gusta un montón.
ResponderEliminarListo, ya he terminado con este también ;) Me gusta tu estilo, tienes un estilo directo de narrar las cosas pero sigo pensando lo mismo que te dije la vez anterior con lo de las comas, que pones puntos en lugar de ellas. Por otro lado haces que la trama tenga un toque de diversión y creo que eso es un punto a tu favor. No está nada mal, para no ser de mi estilo de lecturas :)
ResponderEliminar¡Besosos de osos!