jueves, 12 de julio de 2012

Prólogo

Noche tranquila, cielo azul. Un olor a pizza entra por la puerta de la habitación. Aida está tumbada en la cama con su portátil encima de las piernas. Entra en Tuenti. Tiene tres notificaciones. Un mensaje de su prima mayor dándole ánimos para su primer día de instituto. Tranquilizándola. O al menos, intentándolo. Dos comentarios en fotos. Una de ella y su hermano Dani, que sale haciendo el tonto, como siempre. Y la otra es de las vacaciones. Con sus amigas en la playa. Una playa que no volverá a ver por mucho tiempo. Puesto que hace un par de semanas se ha mudado a Madrid. Una ventanita se abre en la esquina inferior izquierda de la pantalla. Sandra. Su mejor amiga. La loca de la pandilla. La que le hacía sonreír. La echa de menos. ¿Qué hará ahora sin ella en clase? A tantos kilómetros de distancia. Por suerte, aún le quedan las redes sociales y el teléfono. Sí, mañana si eso la llamará y le contará como le ha ido el primer día. Contesta a su amiga con un simple hola y una cara sonriente. Entra en el reproductor de música y pone 'Hold On Til The Night' de Greyson Chance, sube el volumen de los altavoces y la música retumba en su habitación. Sandra le pregunta por los nervios del primer día. Hablan de los chicos, las chicas, sus antiguos profesores. Y ambas se preguntan cómo serán los nuevos compañeros de Aida.

-Aida, llama a tu hermano y baja a cenar-dice María desde la cocina.
-Ya voy mamá.
Aida se despide de Sandra, quita la música y apaga el portátil. Lo cierra y lo deja encima de la cama. Se dirige a la puerta de la habitación de su hermano. Dani, el mejor hermano que se puede tener. Además de ser su hermano, es como su mejor amigo, una de esas personas que siempre está ahí. O casi siempre. Es un chico increíble, de esos que hay pocos en el mundo. Un solo de guitarra eléctrica se escucha desde el pasillo. Es bueno. Le gusta como toca. Y eso que solo ha ido a clases dos años. Abre la puerta de la habitación y dirige la mirada al chico. Su pelo rubio le tapa la cara, casi no se le ve. El chico la mira divertido con sus ojos verdes, al tiempo que desliza sus dedos por el mástil de la guitarra. Un último slide…
-Guitarrista, dice mamá que bajes a cenar.
-Vale enana –contesta el chico sonriendo.
-De enana nada, que solo me sacas dos años –dice Aida sacando la lengua a su hermano.
-Ya, pero sigues siendo una enana –contesta él burlándose.
Dani posa su guitarra eléctrica encima de la cama y desconecta el amplificador. Su hermana ya ha bajado. Llega a la cocina. Aún la nota rara, poco familiar. Estaba más acostumbrado a la de su antigua casa. Esta es más estilo americano.
-¿Qué hay de cenar? –pregunta acariciándose el pelo.
-Que mal olfato tienes hermanito –dice su hermana riendo.
-Serán los nervios de mañana –interrumpe su padre mirándole.
-¿Nervioso yo? Sí seguro, que chiste –dice riendo.
-Ya verás cómo mañana tiembla como un flan y se le cae todo como pasa siempre que está nervioso –dice Aida sonriendo.
Nadie se lo discute. María saca la pizza del horno y la pone encima de la mesa. La parte en triángulos. Los dos hermanos se abalanzan sobre la pizza y cogen un trozo cada uno. Quema. Pero eso no impide que acaben la pizza rápido. Aida y Dani suben cada uno a su cuarto. Es hora de preparar las cosas para mañana. Aida abre el armario de su habitación mientras recorre las perchas con los ojos una a una. ¿Qué puede ponerse el primer día? Cree que es mejor preparar las cosas de noche, así se ahorra el salir de casa corriendo por pasarse media hora ante el armario decidiendo que ponerse. Hará calor por lo que se decide por unos pantalones cortos fucsias y una camiseta de manga corta que le regalaron para su cumpleaños el año pasado. Y de calzado se llevará sus Vans azules. Otro sólo de guitarra resuena al otro lado de la pared. Su hermano sigue tocando. Aida camina hacia la habitación de Dani sin hacer ruido. El chico sigue tocando, rasgando las cuerdas con delicadeza. Creando música. Poniendo sus sentimientos en cada una de las notas que salen de esas seis cuerdas. Se da cuenta de la presencia de su hermana, le sonríe y deja de tocar.
-¿Qué quieres? –pregunta el chico sonriente.
-Nada, darte las buenas noches. Mañana será un buen día. Ya lo verás.


5 comentarios:

  1. esta wapisimo y eso que solo llevas un capitulo jeje por favor sigue con la novela porfisss

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  2. Me ha gustado mucho,y has mejorado bastante XDD

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  3. Muy bien escrito, sí señor y tiene muy buena pinta. Seguiré leyendo poco a poco. Me gusta mucho el estilo indirecto libre que usas y lo usas muy bien.
    Enhorabuena, Sara.

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  4. Muy bueno me ha gustado bastante esta muy bien estucturado y con una muy buena redacción , es del genero de amor y no me parece que este nada mal aunque ami este genero no me guste me parecio excelente

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  5. ¡Hola, linda! Como te dije por email en cuanto pudiese sacar un ratito te leería. La novela es del género romántico, y lo cierto es que no es un género que me guste mucho, pero por el momento la veo bien. La trama está bien estructurada, aunque el fallo que yo le vería es que haces frases muy cortas, me da la impresión de que muchas veces en lugar de usar una coma metes un punto. Por lo demás no lo he visto mal para ser solo el prólogo. En cuanto pueda continúo con el primer capi ;)

    ¡Besosos de osos!

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